El frágil puente es una novela narrada en primera persona. El protagonista está instalado en el final de la historia, y desde allí nos cuenta su pasado reciente en un proceso narrativo que se ordena y encadena al destacar los fragmentos de mayor importancia argumental.
Se resguardan los límites de la ficción porque, en este sentido, ciertos temas expuestos no constituyen la esencia de la historia, más bien, aparecen en ella con el propósito de generar los condicionamientos que deben operar sobre el accionar de cada uno de los personajes. Estos condicionamientos, que a todos ellos los llevará a actuar de una manera determinada, impondrán una narración un tanto predecible, pero necesaria para una lectura eficaz, la cual desvelará el verdadero mensaje que la historia pretende aportar.